Los tratamientos fitosanitarios son aplicados como una medida de mitigación del riesgo asociado a la importación, movilización nacional y exportación de vegetales, sus productos y subproductos, por lo que es de vital importancia que su aplicación se realice correctamente, a fin de no reducir su efectividad sobre la plaga objetivo.
Los tratamientos fitosanitarios tienen el objetivo de eliminar y/o inactivar el desarrollo de las plagas y enfermedades presentes en productos y subproductos vegetales, reduciendo o eliminando el riesgo de su introducción a un país o región importadora.
El ingreso y posterior diseminación de una plaga cuarentenaria pone en riesgo constante a la producción agrícola del país, no sólo por los daños en el proceso productivo, sino también por la pérdida de mercados, debido a restricciones comerciales por el establecimiento de mayor número de requisitos fitosanitarios.
Los productos y subproductos de origen vegetal regulados, deben cumplir con los requisitos fitosanitarios para su importación, exportación o movilización nacional.